Nos hizo falta tiempo,
que tu cumplieses
un minuto de silencio
y que yo no parase de callar(te);
que me hablases por los codos,
para dejarme tu boca libre;
que muriésemos,
aunque fuese de risa;
que caminaras por las ramas
de mi árbol caído,
creyéndote equilibrista,
y que yo te esperase en tierra firme.
Nos hizo falta tiempo,
y dejar de ser
los más ingenuos del mundo.
Koh Tao, Tailandia. |
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