01 marzo, 2017

Sonambulista

E irte a dormir así un martes, a pelo,
sin mensaje bonito de nadie a quien despedir;
sin almohada ni piel que compartir;
con la lluvia dentro de la habitación,
o fuera,
no lo recuerdo.
Quizás todo esté en mi cabeza,
y mi móvil tenga un mensaje nuevo,
o la almohada esté llena
de una saliva que no es mía.
Lo mismo hasta es sábado,
y fuera hace sol.
Quizás ni siquiera me haya ido
nunca a dormir.


Bruselas, Bélgica.